Francia primer finalista de la Copa del Mundo
- julio batista
- 10 jul 2018
- 2 Min. de lectura
La noche en el Estadio Saint Petersburg se vio alumbrada por una majestuosa demostración futbolística por parte de Francia y Bélgica, que se midieron en la Semifinal de la Copa del Mundo. Dos grandes candidatos a levantar la Copa Mundial de la FIFA se enfrentaban, pero una seleccion tenía que dejar afuera a la otra. Este deporte es así. Cada entrenador apelando a sus herramientas y recursos dentro del plantel para poder desajustar al rival, sacar ventaja en el marcador y así poder avanzar a la siguiente fase. Francia lo hizo y es nuevamente finalista de la competición después de 12 años.
El encuentro arranco a las 21hs de Rusia. Todo parecía calmo hasta que sonaron y pasaron los himnos. Los jugadores cada uno en el campo de juego ocuparon su posición de forma estática, esperando la orden del silbato inicial por parte de Andrés Cunha, para empezar a moverse y cumplir roles. El partido demostró ser muy de idas y vueltas, golpe y contragolpe por parte de ambos, de alto nivel futbolístico colectivo.
El que demostró mejor su rol dentro del campo de juego, con alto contenido de habilidad y técnica que causo problemas en la defensa de Francia, fue el imparable Hazard. Que hasta esta altura había demostrado ser un jugador de elite. No alcanzo con lo que aporto desde su lugar al equipo para poder mover el marcador y abatir a Hugo Lloris que tuvo una noche memorable. Del frente del arco del arquero “Galo” estaba Thibaut Courtuis, que no quería ser menos y demostró grandes cualidades al salvar algunos tiros a puerta por parte de Benjamín Parvad y Toby Alderweireld, cerrando así la primera parte del juego igualada sin goles.

Comenzada la segunda parte todo parecía marchar igual pero con más intensidad. Los partidos así lo diferencia son mínimas y los pequeños detalles son lo que te salvan el partido. Quedó demostrado cuando en el minuto 51, desde un tiro de esquina ejecutado por Antoine Griezmann, (5 asistencias en esta copa) hacia la cabeza de Samuel Umtiti, que se anticipó y rompería la fila defensiva con un cabezazo para marcar el único gol del partido. El más importante, que le daba un pasaje directo a Moscú para la final del 15 de julio. Los dirigidos por Didier Deschamps se conformaban con el resultado y replegaron sus filas ofensivas para aguantar el partido y contragolpear si se presentaba la oportunidad. Bélgica presento algunas oportunidades de riesgo. Pero no fueron lo suficiente para empatar el encuentro. Dejando así a los “Galos” como primeros finalista de la Copa del Mundo. Una selección que jugara su tercera final en los últimos veinte años.
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