Noche de mil emociones
- julio batista
- 27 jun 2018
- 3 Min. de lectura
Demasiados fueron los hinchas Argentinos que viajaron desde distintas partes del mundo para reunirse en un mismo lugar y poder presenciar uno de los partidos más trascendente de los últimos años. Todo ocurrió en el marco de la Isla Krestovski. A las afuera del centro de Saint Petersburgo. Que fue sede del espectáculo más emocionante que solo se puede vivir en este deporte llamado fútbol. El Saint Petersburgo Stadio, fue un espectador de lujo entre el partido de Argentina y Nigeria. Que se convirtió en unas de las mejores noches en que el seleccionado celeste y blanco le pudo regalar a su gente. Quedará grabada en la memoria colectiva de los miles de espectadores presente en el estadio y en distinta partes del mundo. Corrían las 21hs cuando el árbitro dio el primer pitazo inicial para que la pelota comienza a rodar. Argentina se jugaba más que tres puntos contra Nigeria. Estaba en disputa un pasaje a los octavo de final de la Copa del Mundo. Además también se jugaba un partido aparte, el de las especulaciones y las críticas dañinos por parte de los periodistas. Pero de algo estaban seguro los jugadores. Que el apoyo de la gente iba a ser constante y lo iban a ser sentir más locales que en otras ocasiones.

Desde el comienzo los dirigidos por Sampaoli repudiaban jugar en campo propio. Con buen manejo de balón y a pesar de algunas imprecisiones mínimas del medio campo durante el primer tiempo, Argentina pudo sacar el encuentro adelante. Estaba dispuesto a salir a buscar el partido para poder sumar 3 puntos y avanzar a la siguiente fase. El primer gol del encuentro llego por parte de Leonel Messi, que al recibir un pase entre líneas de Banega, el barcelonista encaro el área como un tren entrando a un andén y demostrando potencia, técnica, sprint y definición a la hora de ingresar en la zona de gol, pudo poner las cosas 1 a 0 al cuarto de hora y dar tranquilidad y confianza. Los jugadores se fueron al vestuario confiado por su buen juego mostrado y la superioridad reflejada en el marcador y en muchos sectores del campo de juego. Pero todo se volvió amargura y tensión cuando a los 51' del segundo tiempo un agarre de Mascherano en el área fue sancionado penal por el árbitro Cuneyt Cakir. El delantero del Chelsea Víctor Moses se hizo cargo de ejecutar el penal y poner las cosas 1 a 1. Dejando a Nigeria con la chance claras de poder meterse a octavos de final. El duelo se puso vibrante. Todo se volvió nervios e intranquilidad. Faltaban poco para que termine el partido y el resultado no se movía. A medida que pasaban los minutos a argentina se le acercaba la sombra de la eliminación. Los jugadores celeste y blanco trataban de buscar con su técnica y habilidad, pero todo parecía que se iba a mantener igual. Nigeria muy en su sector del campo aguantando todos los ataques de los dirigidos por Sampaoli. Hasta que en el minuto 86 tras un centro de mercado hacia el área de Nigeria, se ve aparecer detrás de las sombras de los defensas de "Las Súper Águilas" el jugador del Manchester United Marcos Rojo. Para conectar el balón y mandarlo a red. Dejando el resultado 2 a 1 y a Argentina en octavos de final de la competición. Los jugadores le dieron a su hinchada una noche soñada. Una que jamás podrán olvidar. Un triunfo que quedara en las retinas de todos los argentinos.
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